Creo firmemente que el nivel de satisfacción de la vida de cada uno está fuertemente vinculado a la presencia de un significado en ella. El significado no es un concepto universal, sino algo subjetivo para cada individuo. Hay una cosa importante que aprendí y que probablemente actúa como el medio más fuerte para crear ese significado. Se trata de la manera en la que alcanzas todo lo que haces. Cuando escuché por primera vez el término ‘enfoque de artesano’, del inglés ‘craftsman’s approach’ de mi profesor, Ido Portal, lo integré y eso me ayudó a crear un significado propio.
He visto a personas realmente felices dedicándose a algo que la sociedad no suele considerar muy satisfactorio y, sin embargo, había una característica que les unía a todos: la completa inmersión en el proceso y el sentimiento de orgullo en cualquier cosa que hacían. Por otro lado, he visto a personas que aparentemente se encuentran en la cresta de la ola, aun así, estaban profundamente infelices con su vida y con ellos mismos. Esta última es una tendencia con la que te encuentras muy a menudo y creo que la causa no se trata del empleo equivocado, sino del enfoque equivocado.
Todo a nuestro alrededor nos hace obsesionarnos con la productividad y eso no está mal en sí mismo, pero sí la productividad por la mera productividad. Estamos condicionados a querer llegar más lejos constantemente, pero así nos perdemos todo el tiempo que nos hace llegar hasta el punto final, que es el proceso de llegar allí. Alcanzar el último objetivo a menudo es un momento muy vacío. No es nada extraño que la mayoría de los deportistas olímpicos, tras participar en los Juegos Olímpicos, acaban con todo tipo de trastornos mentales. Es indisputablemente necesario tener un objetivo para mirar hacia lo más lejos pero, cuando pierdes cuatro años de tu vida para vivir cinco minutos de fama, creo que son pocos los que pueden decir que valió la pena. Si reconsideramos la manera en la que tratamos el camino hacia nuestros objetivos, el momento de alcanzarlos tal vez sería menos excitante, pero toda nuestra vida nos llenaría más.
“El enfoque del artesano” significa tratar el proceso como un medio, no solamente evaluar el resultado final. Dicho esto, tampoco quiere decir que no tengas que preocuparte en absoluto de la calidad del producto, pero paradójicamente, cuanta más atención prestas al proceso de crear algo y menos te preocupas de acabarlo, mejor saldrá el resultado. Cuando haces algo con amor se nota. Cuando sientes orgullo de lo que haces, estás añadiendo un valor indiscutible a ello. La falta de esto nos llevó a un mundo que nos rodea de una gran abundancia de cosas sin esencia ni significado y de gente sin propósito en la vida.
Trata todo lo que haces en la vida con importancia, respeto y prestandole toda tu atención. No importa si se trata de hornear pan, conducir un camión, bailar, enseñar, crear música o hacer programación. Es importante entender que no necesitas hacer algo excepcional para llenarte, tienes que tener un enfoque excepcional en lo que haces. Las formas no son importantes, lo importante es la constante búsqueda de excelencia. Tus habilidades son infinitamente mejorables, igual que el resultado de tus acciones.
El enfoque artesanal es el camino fundamental hacia la maestría; es una virtud que hemos perdido en nuestra cultura, algo poderoso que nos da un profundo sentimiento de satisfacción. Me gusta el modo en el que Sara Lewis lo describe en su libro, ‘The Rise’: ‘la maestría requiere resistencia. La maestría, una palabra que no solemos usar, no es la equivalente a lo que podríamos considerar análogo, o perfeccionismo. El perfeccionismo es una motivación inhumana condicionada por la mirada de los otros. La maestría tampoco es lo mismo que el éxito, una victoria basada en un evento basado en un punto máximo y un momento puntual en el tiempo. La maestría no es un mero compromiso para un objetivo, sino que es un compromiso para una línea curvada y una búsqueda constante’. Así que, no hay un secreto escondido en cómo vivir una vida llena y tener un propósito, todo lo que necesitas para crearlo está siempre a tu disponibilidad.