Atleta desde que nació. Nacida en Rusia, empezó a competir en atletismo en su infancia. Fue esa pasión por la competición la que la llevó a estudiar Ciencias del Deporte a través de la Universidad de Moscú. Al terminar, con 22 años, se marchó a Indonesia para practicar disciplinas de riesgo, como el surf y el motocross. Este último la trajo a España. Aquí ha preparado a pilotos físicamente, ayudándoles a mejorar sus habilidades sobre la moto. Pero quiso ir más allá. Empezó a investigar metodologías de entrenamiento alternativas que potenciaran las capacidades deportivas en profundidad. Fue entonces cuando dió con la Cultura del Movimiento, expandida por el israelí Ido Portal. Empezó a estudiar con él su método del movimiento, y se ha involucrado hasta el punto de organizar varios eventos suyos en España e iniciar su propio proyecto, The Bamboo Body, en el que es una de las profesoras.
- Traes la Cultura del Movimientoa Barcelona ¿en qué consiste?
Anna: El Movement Culture (Cultura del Movimiento) es un concepto que se está popularizando gracias al trabajo de Ido Portal. A día de hoy no hay nadie que haya desarrollado tanto el conocimiento del movimiento como él. Comparte su experiencia y sus avances, a pesar de encontrarse en un proceso de aprendizaje continuo.
Según la Cultura del Movimiento, nosotros no vivimos en nuestros cuerpos, somos los cuerpos. No existe una separación del cuerpo y la mente, es una mentira. Y es a través del movimiento como borramos esta barrera.
- ¿Qué es para ti el movimiento?
Anna: El Movimiento es vida. Todo en el universo está sujeto a las mismas leyes físicas, y las personas no somos una excepción. En el último siglo nuestra forma de vivir ha cambiado mucho hacia una forma de ser más sedentaria, pero nuestra psicología y fisiología siguen siendo las mismas que hace millones de años atrás. Necesitamos movernos para mantenernos sanos, tanto de cuerpo como de mente. Y aunque parece un eslogan, no lo es. Es una realidad que muy pocos comprenden.
- Entonces, ¿crees que nos movemos cada vez menos?
Anna: Sí. Los trabajos sedentarios de oficina que se han extendido en los últimos años nos han abocado a permanecer quietos. Van totalmente en contra a nuestra naturaleza. Solo hay que ver los resultados de los estudios recientes. Indican que no movernos puede ocasionarnos enfermedades crónicas. Es lo peor que podemos hacerles a nuestros cuerpos. Lamentablemente, son cada vez más personas las que deben permanecer sentadas todo el día por su trabajo. Por eso queremos concienciar que debemos salir más. La media de dos horas a la semana levantando pesas no es suficiente para compensar.
- ¿Ves diferencia entre el ejercicio y el movimiento?
Anna: ¡Claro! Por un lado, el ejercicio fue inventado para cubrir nuestra necesidad básica de movernos, simplificando las rutinas en pasos con los que uno no tiene ni que pensar. Pero al contrario de lo que nos hace pensar el fitness, no conseguimos los objetivos progresivamente de manera escalable. Por eso mucha gente se siente frustrada con sí misma al no ver mejoras rápidamente.
En cambio, la Cultura del Movimiento es una manera alternativa de entenderte a ti y al mundo que te rodea. Es una materia que ha existido siempre, a todos los niveles, y que va a seguir existiendo cuando el ser humano desaparezca del planeta.
- ¿Existe una relación entre la Cultura del Movimiento y las demás disciplinas físicas?
Anna: La Cultura del Movimiento no es una disciplina física, ni un tipo de ejercicio, ni tampoco una metodología. Es mucho más. Es una filosofía de vida.
El Movimiento es infinito. Los humanos siempre nos hemos movido, fuese en danzas, artes marciales, atletismo, o cualquier tipo de disciplina física. Sin embargo, nunca vamos a llegar a dominar todos esos movimientos. De hecho, cada vez que uno empieza o cambia la disciplina que practica se convierte en un novato dentro de esa modalidad. Debe empezar desde el principio, comprender los mecanismos y dimensiones, y asimilarlo mentalmente.
En cambio, la Cultura del Movimiento es multidisciplinar. Desarrollada por y para quien no quiere especializarse en una sola técnica. Absorbe lo bueno de cada disciplina para aplicarla a las demás. Pero esto no significa que practique cada técnica de manera superflua, sino que las desarrolla en profundidad, para comprenderla al máximo. Es un proceso que conlleva años, pues asimilar realmente una disciplina requiere mucho tiempo y esfuerzo. Como dice Portal, dominar el movimiento es un estudio continuo que debemos mantener con la mentalidad de un novato, para abrirnos y concebirlo desde ángulos distintos.
- ¿Hay un perfil concreto de quien practica la Cultura del Movimiento?
Anna: No hay ningún perfil en particular. Es más, nuestros mejores alumnos están lejos de ser artistas de circo (se ríe). Vienen a practicar con nosotros la Cultura del Movimiento desde bailarines y atletas profesionales, que quieren mejorar alguno de sus puntos débiles, hasta profesores y personal administrativo, que está harto de sus dolores crónicos y vida sedentaria.
Con la Cultura del Movimiento sentimos beneficios a todos los niveles. Está comprobado, a través de la ciencia y experiencias personales, que necesitamos el movimiento para gestionar nuestras emociones, pensamientos, rendimiento… con el fin de no sentir dolores con el paso del tiempo. El único requisito que hay para practicar la Cultura del Movimiento es tener un cuerpo y ser constante, para llegar a dominar el movimiento.
- ¿A qué puede aplicarse practicar el movimiento?
Anna: La Cultura del Movimiento ayuda a incrementar la longevidad de los deportistas profesionales, por ejemplo, entre un amplio abanico de posibilidades. Muchos deportistas de élite llegan a un punto en su carrera en el que deben elegir entre dejar el deporte, o seguir y terminar minusválido. Nadie se preocupa de la longevidad del atleta cuando entrena en competición. Tanto ellos como sus entrenadores miran únicamente las medallas que pueden ganar.
Sin embargo, es posible evitar que las lesiones le obliguen dejar la carrera a temprana edad con una correcta preparación, paralela a su entreno técnico. Existen muchas maneras de cuidar el cuerpo y mantener un nivel de rendimiento competitivo, pero hasta el día de hoy han sido caminos desconocidos y largos, por lo que no se han desarrollado mucho.
Bailarines, luchadores, artistas de circo… todos pueden beneficiarse de la Cultura del Movimiento. El abanico de actividades es muy amplio. Va desde la preparación y rehabilitación de articulaciones, a trabajar la locomoción y la fuerza, pasando por desarrollar habilidades cognitivas, entrenar técnicas específicas y trabajar la expresión artística. La lista es infinita.
- ¿Cuál es el objetivo de The Bamboo Body?
Esperamos concienciar a la gente de lo importante que es moverse, porque creemos que así tendríamos una sociedad más sana. Me gustaría que la gente dejara de ver como un lujo el hecho de hacer ejercicio y lo considerara algo esencial. Pero no es una labor sencilla.
Gracias a las personas que dedican su vida al movimiento, cualquier persona puede disfrutar de este enfoque físico y mejorar su calidad de vida significativamente. No se trata de entrenar muchas horas al día, sino de aprovechar los minutos libres entre esas tareas que nos obligan a estar sentados.